Nos
encontramos en una etapa final de dos hermosos años, que me ayudaron y me
enseñaron muchas cosas, no es el simple hecho de salir de 4º medio, si no, el
hecho de conocer nuevas personas que nos han ayudado durante estos años a creer
y confiar en uno mismo, ha poner en prácticas nuestros conocimientos y nuestro
cariño. De cada centro dual que pase me llevo hermosos recuerdos, recuerdos que
estarán en mi corazón y en mi mente para toda la vida, ya que sin los
profesionales de cada centro nosotros no podríamos realizar nuestra practica
dual para poner en práctica lo aprendido.
Darse
cuenta del rol que pusimos en práctica y pronto lo desarrollaremos en plenitud
me hace pensar que estos dos años no pasaron en vano, que aparte de ampliar mis
conocimientos, conocí muchas buenas amistades dentro del curso y dentro
de mis prácticas, ya siendo funcionarios de los centros como los mismos
pacientes de las diferentes partes.
A veces igual me daba cosa realizar algunos procedimientos,
ya que muchas personas que llegaban a los centros insinuaban que los alumnos no
sabían colocar una inyección o realizar una curación, pero hay salía una con la
frente en alto y bien segura de lo que hacía para demostrarle al paciente y que
se dieran cuenta de la confianza que tiene uno
en sí misma, al igual que los funcionarios también ayudaron a que las
personas confiaran en nosotros, diciéndoles maravillas de nosotros mismos.
Al fin
agradezco a todas las personas que confiaron en mí, que pusieron su cariño en
cada uno de nosotros, pero yo en particular agradezco a mi familia, a cada
centro dual y sus funcionarios, a mis compañeros de curso, a todos los
compañeros de duales que tuve, a la señorita Francia nuestra supervisora, al
profesor José y al profesor Juan Carlos, cada uno de ellos tiene un pedazo de
mi corazón, formaron parte de mi vida que la recordare para siempre.
Les deseo
lo mejor a cada funcionario de salud que conocí y que hay porque se lo que
cuesta ser parte de esa vocación, a mis compañeros les deseo suerte y éxito en
todo lo que se propongan, serán unos grandes profesionales con vocación,
gracias a nuestros profesores y gracias al empeño que uno mismo pone.
Solo tengo
presente que estos dos años me enseñaron a sonreír con las cosas simples de la
vida. Y mi vida me sonríe con el solo hecho de saber que puedo ayudar a las
personas que nos necesitan.